La noche es la mitad de la vida y la mejor mitad.
Johann Wolfgang Goethe
Esta vez la noche se convierte en anfitriona e invitada pues abre las puertas de par en par para recibir una vez mas a nuestros arrabaleros que hoy le hacen reverencia a la oscuridad, la luna y la diosa Onix que hace posible que este Burdel cobre vida.
Así, Edgar Alan Poe, Horacio Quiroga y Sabines le rinden tributo a la Noche, la musa más fiel con la cual comparten tanto literatos, poetas, músicos y pintores, los más profundos, desgarradores, melancólicos y apasionados versos, sentimientos y pincelas.
Van Gogh por su parte entrega un hermoso presente a una de las señoritas de Avigñon y espera la respuesta sentado en la orilla de la barra con un par de pastillas en la mano y una botella de licor en la otra; la noche estrellada tendrá que esperar, pues hoy las velas de su sombrero parece que han sido opacadas por las luces neón.
Afuera los lobos aúllan, mientras que dentro "los hijos de la madrugada" sirven ajenjo a aquellos que "enfermos" de Luna que deambulan en el Burdel, noctámbulos que sueñan con realidades en las que viven, prendiendo luces que reflejan hacia adentro.
Pero dejémonos mejor embriagar por la densa obscuridad que permite desde el beso más secreto hasta que los hombres se trasformen en lobos.
