Wednesday, January 24, 2007

Cuando los cronopios cantan sus canciones preferidas, se entusiasman de tal manera que con frecuencia se dejan atropellar por camiones y ciclistas...


Cuando los cronopios cantan sus canciones preferidas, se entusiasman de tal manera que con frecuencia se dejan atropellar por camiones y ciclistas, se caen por la ventana, y pierden lo que llevaban en los bolsillos y hasta la cuenta de los días.
-Julio Cortazar

Iván Cordova y Julio García son muy amigos y van juntos al Burdel Metafísico a despachar unas cuantas palabras a sus clientes.Con un piano un bajo y una trompeta de fondo abramos la sonoridad.
Varios cronopios verdes y pequeñitos han invadido la Sala, el Bar y sobretodo sean metido al Privado en donde rápidamente se han instalado en las rodillas de las señoritas de Avigñon para susurrarles al oído, como bien sabemos, algo que recuerda a los peores capítulos de Sade.
Después se apoderan del diván más confortable y duermen panza arriba y con un aire de gran felicidad, puesto que han conseguido destruir todos los principios morales que sostenían la casa, que en el caso del Burdel eran realmente pocos.
Estos cronopios invitan a nuestros comensales, a los famas y sobretodo a nuestros anfitriones a reunirse en un gran baile, a aplaudir y levantar las manos como si sostuvieran al sol…
Los famas son buenos y las esperanzas bobas, acaban aplaudiendo a nuestros arrabaleros, mientras el cronopio, que se recobra sobresaltado, mira en torno y se pone también a aplaudir ...

* Quería parafrasear a Kerouac y terminé sintonizando Sin City ... las luces neón
... El Burdel Metafísico sigue siendo el mismo.

*Historias de Cronopios y de Famas