Sunday, May 13, 2007

Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas.

"Ya ves, el hilo de agua se seca como todos.
Ahora veo un mar sin agua, una ola verde y curva enteramente vacía de agua. Ahora veo solamente el laberinto, otra vez solamente el laberinto"
Los reyes. Julio Cortazar.

"Desde entonces no me duele la soledad,
porque sé que vive mi redentor y al final se levantará sobre el polvo.
Si mi oído alcanzara todos los rumores del mundo, yo percibiría sus pasos.
Ojalá me lleve a un lugar con menos galerías y menos puertas.
"La casa de Asterión" Jorge Luís Borges
Una mala película fue el pretexto para que estos dos arrabaleros resignificaran la figura del minotauro ante la clientela del Burdel.
Asterión, hijo de reina, es ese hombre con cabeza de toro que al ser encerrado en un laberinto comienza a vivir en él, pues con el garbo que le brinda su linaje descrito por Borges y Cortazar no puede confundirse con el vulgo, aunque su modestia lo quiera.
Alejándonos del mito clásico, este minotauro no se volvía más salvaje comiendo carne humana; es juguetón, imaginativo, culto, aristócrata, enamorado de Ariadna, incluso podría ser un cliente asiduo de este Burdel, que gustoso de incorporar parroquianos interesantes y distinguidos le abre las puertas de este laberinto en donde afortunadamente siempre es de noche.